miércoles, 24 de junio de 2009

Maestros del Humor

Mas de una clase nos recuerda al "Club de la Comedia" o algo así, y, aparte de agradecer a todo el profesorado que nos brindó sus coletillas, y momentos gloriosos destacaré a algunos alumnos famosos por hacernos pasar mas de un rato divertido en clase:
Recuerdo a Dani Sevil bajando todas las persianas en un intercambio de clases hasta dejarla oscura sin luz, llegó el padre Ricardo y le expulsó; me parece cojonuda esta historia pero ¿qué le llevaría a Sevil a realizar este maravilloso acto?...es humor, sin duda.
Recuerdo a Sergio Pamplona, aparte de reptando por la clase, que pintó una cruz con spray negro alegando que era la única clase sin crucifijo.
Hay que recordar a Aliaga, otro gran maestro del humor, Jesús Royo, Santonja y a Iñigo de Andrés, al que le exploté una bomba realizada con 4 ó 5 chicles Cheiw que le ocupaba toda la cara y tuvo que ir al baño a limpiarse las cejas, pestañas....; ¿quién no recuerda al bautizado por el Pototo "niño reloj", esto es, Richi?, que también tuvo sus momentos apoteósicos, y, como no, al "Jarbu"que nos dejó alguna que otra perla.
En fin, al ver en TV la serie "Física o Química" todos nos sentiremos Gorkas o Cabanos e incluso alguno se debió sentir como Fer, pero estoy seguro de que éramos mucho mas sanotes que ellos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo recuerdo una de estas, no se exactamente en que curso ni con que profesor, la cosa era que nos hacia hacer una redacción por semana del primer tema que le parecía y después salíamos 3 cada día a leerla por orden de lista, menos Aliaga que salía habitualmente por aclamación popular y para descojone general, eran dignas de el Club de la comedia. Pero una frase que se me quedó grabada fue de Ricardo y el tema de la redacción era "El transporte publico" y esta decía: "...y si llevas bonobús no pagas el autobús..." seguido de la gran carcajada colectiva y del profesor que no pudo reprimirse.

Que tiempos...

Arturo

Anonimo dijo...

Uno de los clásicos del humor "dominicano" era el ver a Valero llegar tarde a clase por culpa de los malditos semáforos que se le ponían en rojo y siempre los respetaba.