El recreo, unos cursos a las 10:30 y en otros a las 11 u 11:30, era el escenario ideal para un gran partido de fútbol; la putada era que coincidieras con otros cursos y se desarrollaran hasta 4 partidos distintos en el mismo campo. La famosa y archiconocida "ley de los chavales" hacía que todo balón tocado por integrantes de otros cursos, de gente que pasaba por allí, o de jugadores de otros partidos, seguía en juego aunque creo recordar que si iba a gol y lo tocaba alguien siempre había discusiones. Se elegían los equipos durante algún tiempo con el método "oro-plata" mas comúnmente denominado "hacer pies" pero conforme ibas creciendo, utilizábamos el sistema "pares o nones" que era mas limpio; en el método "oro-plata" recuerdo que me dijo un contrincante: "monta y cabe" con su pie super-torcido y me quedé a cuadros habiendo perdido la posibilidad de elegir primero al integrante de mi equipo.
Por último, recordar que hemos roto ventanas y cristales jugando al fútbol, desatornillado postes de porterías...hasta recuerdo un bollo que tengo en la frente que me dejó inconsciente a causa de estar colgado en una portería. Joder, ¡qué tiempos!
sábado, 14 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
¿Tu famoso bollo en la frente fue porque te caíste de una portería? Si te sirve de consuelo, yo también me colgaba de las porterías hasta que un día resbalé y caí de espaldas. Estuve medio minuto sin poder respirar (me ahogaba). Al final me pude levantar, peo te juro que no me volví a subir a una portería.
Publicar un comentario